Regresa la expedición del Equipo Español de Alpinismo con la satisfacción del objetivo cumplido. El espíritu de aventura con el que Zabalza trata de dotar a sus expediciones con el Equipo Nacional parece cumplido.

Fotos: Mikel Zabalza / Equipo Español de Alpinismo

La elección de la vertiente sur del Dorje Lakpa no era fruto de la casualidad. Mikel Zabalza, buscaba para esta expedición una zona remota, con incertidumbre, belleza, posibilidades de apertura, soledad y que a su vez fuese relativamente accesible. El propio Mikel había intentado esta montaña entrando por el norte, desde el Valle de Langtang, en el año 1992.

Tras un temporada estudiando el google earth, fotos propias de Zabalza y publicaciones del Alpine Journal el propio director del Equipo confirmaba que este área reunía todos los requisitos.

Primeros pasos

Concretar con la agencia local el camino de aproximación al campo base no fue tarea sencilla. Nadie conocía el lugar ni el punto exacto donde colocar el campo base. Tan solo un exiguo sendero de pastores se adentraba en esta zona.

Tras un emocionante día de autobús por pistas llenas de lodo y cinco días de aproximación a pie, pasados por agua y sanguijuelas, la expedición llegaba a un lugar idílico a 4.200 metros e instalaba el campo base con los últimos coletazos de un tardío monzón.

El Dorje queda lejos, muy lejos, pero el campo base es realmente cómodo y seguro.

Aclimatación

Tras unos primeros días de exploración y porteos instalaban un campo uno a unos 4.900 metros, en un curioso islote dentro del glaciar con un bonito lago y suelo fohierba.

El grupo aprovechaba estos días para acercarse a la arista oeste y observar de cerca la teórica vía de descenso de la montaña. La meteo daba un respiro. El tiempo volvía a ser perfecto y las condiciones en cara sur inmejorables, todavía no ha entrado el frío del otoño.

Los integrantes de la expedición se fijaban en un bonito cordal que sale del mismo collado de la arista oeste hacia el pico Urkimang (6.187m) y que está lleno de gendarmes y cimas secundarias.

Para terminar de aclimatarse correctamente se dirigiron a la arista este de este cordal y ascendian a una de sus puntas (5.900 m). Para ello tocaba vivaquear a 5.300 y 5.600m. respectivamente. Preciosa arista en la que encontraron algunos escalones de roca de hasta 5º.

La meteo entra en juego

Nada más concluir la aclimatación entró un inusual periodo de mal tiempo que retenía al Equipo más de una semana. Cinco días consecutivos de lluvias en el campo base que dejaron casi metro y medio de nieve en el glaciar ponían a la expedición contra las cuerdas.

Los partes meteorológicos que enviaba Sonia, mujer de Mikel, por sms al teléfono satélite, auguraban una corta ventana como para intentar la cumbre antes de que los vientos en  la cima se disparasen. Todo esto con un descenso muy brusco de las temperaturas.

Dos objetivos

De una parte Inoriza, Madoz y Zabalza intentarían la cara sur y el resto del equipo, Rubén, Javi y Ander, intentarían la pared suroeste por lo que sería la línea más atractiva.

Hasta los 5.800 metros compartían ruta. Abrir la traza por el glaciar fue penoso y les obligaba a instalar un segundo vivac a 5.700 metros. A partir de este punto, el grupo formado por Rubén, Javi y Ander, continuaría 100 metros más hasta situarse debajo de su pared con idea de comenzar la escalada a las 12 de la noche.

Al día siguiente, la cordada formada por Inoriza, Madoz y Zabalza se ponía en marcha a las 4.00. Van siguiendo las huellas de sus compañeros que se adentran en la pared. 

Buscaran con la vista hacia arriba, todavía con la penumbra del amanecer, a sus compañeros de expedición. Les ven un poco más adelante en el glaciar.

El frío es mordaz.

Las bajas temperaturas hacen desistir del intento de ascenso de la pared. Las condiciones tampoco acompañaban y el grupo de Rubén, Javi y Ander se repliega.

Ambas cordadas se despiden. El grupo de Inoriza, Madoz y Zabalza continua hacia arriba con la penosa labor de abrir la profunda traza.

Mikel Zabalza da un vistazo al teléfono satélite. Un último mensaje de Sonia indica que para el día siguiente el viento en la cumbre sube a 80 km/h y ya no bajará en los próximos días. El ataque a cumbre tendrá que ser esa misma jornada.

Zabalza lo comunica a sus compañeros y deciden cambiar la estrategia.

Dejan la tienda montada a unos 6.100 metros y continúan ese mismo día hasta la cumbre. La pared sur parece que goza de buenas condiciones y decidirán bajar también por ella más tarde. La arista oeste, el plan inicial de descenso, queda descartada ya que se ve muy cargada y mejor no tentar a la suerte.

La cordada se marcaba las 15:00, oscurece a las 17:40, como hora tope para llegar a la cima. Finalmente hacían cumbre a las 16:00. El tiempo es frío, hace poco viento. La situación es magnífica. Toca disfrutar por unos instantes del objetivo logrado.

Destrepan con sumo cuidado los 500 metros de desnivel en nieve helada y fuerte pendiente, de 55 a 65º.

Pronto les envuelve la oscuridad y el último tramo deciden rapelar.

La exigua tienda de 2 personas, de 1kg, la terminan utilizando los 3. Un espacio reducido, pero que en tales condiciones les parece el mejor de los hoteles.

Al día siguiente dando traspiés, llegan al campo base. Aun les quedan dos días antes de la llegada de los porteadores. Sus compañeros de expedición aprovecharán para abrir una bonita vía de roca en un pico cercano al campo base, a pesar de tener los pies con el hormigueo típico que deja el intenso frío.

Vuelta a casa

Con la sonrisa en sus rostros abandonan este lugar. Una magnífica experiencia y aprendizaje para futuras expediciones que a buen seguro realizaran estos chicos.

Las expediciones extra Europeas en los fines de ciclo de los equipos nacionales de alpinismo es el colofón a los trienios en que se desarrollan además de un aprendizaje de enorme valor en todo lo referente a la altitud y a cómo funcionar de manera ágil y segura en cordilleras remotas.

Por último, no podemos dejar de mostrar nuestro enorme agradecimiento a todas aquellas personas anónimas que han hecho posible que se pudiese llevar a cabo este proyecto cuando las circunstancias económicas de este año lo hacían inviable.

Agradecer igualmente la labor de la agencia local “Dream Carrier” por acceder con agrado a organizar una expedición en un lugar del que no tenían ninguna información.

Integrantes: Javier Guzmán, Rubén San Martín, Mikel Inoriza,  Ander Zabalza, Iker Madoz (acompañante y exmiembro del EEA) y Mikel Zabalza.

Fechas: Del 28 de septiembre al 4 de noviembre de 2021.

Lugar: Monte Dorje Lakpa (6966m). Himalaya del Nepal.