En la vida a veces “se puede, pero no siempre se quiere. Se quiere y no todas las veces se puede. Pero cuando se puede y se quiere, cambia todo” pues bien, por todos es sabido mi pasión por la montaña y todo lo que ella mueve, razón por la que hace unos años decidí entrar en la Asamblea General de la FEDME la cual es la primera federación en número de actividades y federados en el medio natural.

Ahora tras la victoria a la presidencia de la FEDME por parte del equipo de Alberto Ayora se abre una nueva etapa e ilusionante. Siempre dije que por desgracia no creo solo en los proyectos si no en las personas que los lanzan, Alberto es una de ellas, en las que su entusiasmo, honradez, seriedad, compañerismo y profesionalidad hacen que sea un gran honor el encargo recibido el pasado día 10. Ese día recibí el encargo y nombramiento nada menos que de diseñar, planificar, poner en marcha y hacer funcionar la fundación de la FEDMEFundación de la Montaña y Valores” … Una fundación al servicio de la FEDME, al servicio de la montaña y todo lo que está a su alrededor, proyectos públicos y privados, que puedan contribuir al fomento, promoción y desarrollo de la innovación en la montaña. En sus distintos ámbitos de actuación abordarán el medio ambiente, los municipios y áreas rurales de montaña y los deportes vinculados al montañismo, apostando por actuaciones de carácter integral, diversificación económica, cohesión territorial, dinamización social y articulación de intereses entre los distintos agentes que desarrollan su actividad en este medio.

Sus distintos ámbitos de actuación abordarán el medio ambiente, los municipios y áreas rurales de montaña y los deportes vinculados al montañismo, apostando por actuaciones de carácter integral, diversificación económica, cohesión territorial, dinamización social y articulación de intereses entre los distintos agentes que desarrollan su actividad en este medio.  intentar aglutinar y tejer ese espacio que aparentemente está fuera de la FEDME, pero esta íntimamente relacionado con ella.

La vocación de esta Fundación aspira a generar transferencia del conocimiento e internacionalización de su experiencia, especialmente en los países con grandes cadenas montañosas de América Latina.

En definitiva, la Fundación debe ser autosuficiente, un punto de encuentro entre la ciencia, las políticas públicas, la sociedad civil y los actores del territorio. Y por encima de todo un ejemplo de buena práctica de gobernanza y de trabajo en red liderado por la FEDME.

Un honor este encargo y estar tan bien rodeado por compañeros que sin ellos nada seria posible.