Aunque durante el siglo XX se realizaban carreras en las montañas españolas, es en 2001 cuando la FEDME plantea la organización de pruebas oficiales, con rigor y perfil deportivo. Ya entonces Goio Larrañaga está ahí, como responsable de carreras de la federación vasca primero y años más tarde en la FEDME.

En 2011 el Consejo Asesor Científico ce las Montañas de la FEDME elabora el estudio “Incidencia socioeconómica y ambiental de las carreras por montaña”. Además de conclusiones, el estudio aportaba una serie de recomendaciones para adecuar las carreras al marco del desarrollo rural y de la conservación de la naturaleza. Goio Larrañaga, que seguramente antes ya veía con claridad que el deterioro ambiental era el gran enemigo de las carreras, impulsa la creación del árbitro medioambiental, un árbitro que además de sus funciones en la carrera tenía como cometido la realización de un informe tras la prueba. Estos informes se implantan en todas las carreras organizadas por la FEDME y en otras con organizadores diversos, por reflejo.

En 2016, un grupo de trabajo compuesto por representantes de la FEDME y gestores ambientales de comunidades autónomas, bajo la coordinación de Europarc, elabora la “Guía de buenas prácticas para el desarrollo de carreras por montaña en espacios naturales protegidos”. Goio Larrañaga, como responsable de carreras de la FEDME, pone en marcha su cumplimiento, asumiendo que de este modo se introduce en la carrera un procedimiento ambiental. Lástima que hay otras 1.500 o 2.000 en España.

También le ha preocupado por la formación medioambiental de los árbitros, realizada en los reciclajes anuales, o mediante la puesta en marcha de cursos on line. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer en cuanto al compromiso ambiental de los organizadores de carreras, los corredores, las administraciones y hasta los espectadores, y el primer paso sería el cumplimiento de la guía de buenas prácticas.

En suma, Goio Larrrañaga ha hecho lo que estaba en su mano para que las carreras por montaña que de él dependen sean un exponente de compromiso con el medio ambiente y va dejando marcado un camino de futuro. Por eso se ha hecho merecedor del “Premio Medio Ambiente FEDME 2017”

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