El pasado día 28 de mayo se dieron cita en la “La casa del Parque” de Hoyos del Espino (Parque Regional de la Sierra Gredos), un variado grupo de colectivos vinculados a la escalada. El objetivo era hacer una valoración de la relación entre la escalada y las rapaces rupícolas.
Convocados por el área de medio ambiente de la FEDME, se contó con la participación del colectivo de escaladores y de gestores ambientales de la comunidad de Castilla y León. Esta jornada estaba enmarcada en el convenio de colaboración de la FEDME con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ).
Las diferentes exposiciones permitieron poner en contexto un posterior debate sobre la experiencia del modelo de regulación de la Federación Guipuzcoana. La formación reglada de técnicos equipadores llevada a cabo por la Federación Andaluza fue otro de los temas expuestos. También se abordaron la visión de la evolución de la escalada por la asociación ASEQUIPA, los programas de control, el seguimiento y estado actual de especies amenazadas por parte de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Comunidad de Castilla y León, así como por la FCQ.
Durante las diversas intervenciones se hicieron patentes algunos problemas de la escalada en los espacios naturales, entre los que destacan:
a) Los problemas derivados por la masificación, que no es generalizada, pero está presente en zonas muy localizadas.
b) La existencia de regulaciones sin contar con estudios científicos que la avalen, debido en gran medida a la falta de recursos económicos y humanos, o por la falta de procesos de participación ciudadana
c) La reducida carga lectiva en materia formación ambiental en los cursos para los técnicos deportivos impartidos desde el ámbito federativo
d) La dificultad de la Administración y las federaciones para hacer llegar a la población escaladora los mensajes de sensibilización ambiental.
Por otro lado, desde el sector conservacionista, se expuso el preocupante descenso de algunas especies, así como la sensibilidad que muestran ante perturbaciones humanas, infraestructuras, pérdida de biodiversidad o envenenamientos, entre otras.
Durante parte de la jornada se debatió sobre las posibles medidas a implementar para mitigar las problemáticas anteriormente expuestas para conseguir una práctica deportiva sostenible. Entre ellas destacó la necesidad de una búsqueda de alianzas estratégicas entre escaladores, federaciones y gestores ambientales. Impulsar procesos de participación ciudadana efectivas, donde una de las claves sería la implementación de regulaciones dinámicas y flexibles apoyadas en una comunicación bidireccional de calidad.
Hubo consenso sobre la actual falta de información por parte de la administración ambiental sobre la presencia de especies vulnerables en las zonas de escalada activas. Se consideró interesante la posibilidad de hacer llegar esta información a través de herramientas de consulta (visores espaciales, o aplicaciones específicas). En este sentido la FEDME dio a conocer el potencial de la App “Paso a Paso”, en la que los gestores podrían insertar mensajes de alerta y otros avisos.
También se pudo debatir el papel que juegan actualmente los rocódromos por la gran expansión que están viviendo. Se valoró que pueden servir como importantes canales de comunicación ya que pueden servir como vehículos en la transmisión de valores, y de educación en el comportamiento y buenas prácticas ambientales. Una de las cuestiones que se consideró interesante fue la necesidad de conocer cuál va a ser la dimensión del salto que van dar los escaladores del rocódromo al medio natural
Desde el área de Medio Ambiente, la FEDME deberá afrontar tal cuestión al objeto de asegurar que las acciones a emprender tengan la mayor efectividad posible y desemboquen en una situación de satisfacción del escalador respetando las cuestiones claves de conservación.
La vocalía de medioambiente de la FEDME quiere agradecer a todos los asistentes su participación en el desarrollo de la jornada, por su compromiso y por toda la información aportada.
