La última concentración del Equipo Femenino de Alpinismo (EFA) de la FEDME ha sido un auténtico éxito. Durante una intensa semana de junio de 2025, las seis alpinistas que forman parte del equipo, acompañadas por las técnicas Míriam Marco y Lucía Guichot, han vivido una experiencia inolvidable en algunos de los paisajes más emblemáticos de los Alpes franceses.

La concentración arrancó en el pintoresco pueblo alpino de La Grave, aprovechando una prolongada ventana de buen tiempo. Todo el equipo ascendió al refugio de la Selle, punto de partida de diversas actividades que se desarrollaron en dos grupos. Una parte del equipo realizó la arista de la Pointe d’Amont y al día siguiente se enfrentó a la icónica aguja Dibona. Paralelamente, las otras alpinistas escalaron la Tête Sud du Replat y, posteriormente, completaron con éxito la exigente travesía de la Meije. Una primera mitad de la concentración marcada por la diversidad de objetivos y la intensidad técnica.

La segunda parte se trasladó al valle de Chamonix, en plena ola de calor. Allí, el equipo volvió a dividirse para acometer nuevas actividades de gran compromiso, como la travesía de la arista noroeste de Blaitière a través de Nabot Léon y el Pilier Cordier, enlazando después con la travesía de las Aiguilles de Chamonix hasta Charmoz. Las alpinistas vivieron dos vivacs a más de 3.000 metros que aportaron aún más valor a la experiencia vivida.

Para cerrar la semana, el equipo se enfrentó a dos grandes objetivos: la mítica Directa Americana a Les Drus y la ascensión al Mont Blanc por la vía Innominata, una línea clásica, comprometida y muy alpina que coronó esta semana de grandes retos.

Más allá de las cimas y las escaladas, esta concentración ha puesto en valor el gran ambiente que reina en el equipo: alegría, compromiso, apoyo mutuo y una enorme motivación por seguir creciendo juntas en el mundo del alpinismo de alto nivel.

El Equipo Femenino de Alpinismo sigue demostrando que tiene un gran potencial y muchas ganas de todo.