Foto: © Encordadas

El Municipio de Calcena (Zaragoza), acogía del 16,17 y 18 de septiembre el Encuentro Nacional de Escaladoras. Un evento organizado por la asociación Isuela Valley junto a la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) en un entorno que siempre ha contado con una naturaleza inmejorable para practicar la escalada.

Encordadas 2022 ha cumplido con su objetivo de reunir a escaladoras de toda España en un fin de semana repleto de seminarios, bailes y mucho deporte.

La localidad zaragozana de Calcena, acogía a más de un centenar de escaladoras amateur y profesionales con el patrocinio de la FEDME, donde se ha enfatizado la igualdad en este deporte.

La localización del encuentro ha resultado clave para que tanto las escaladoras primerizas como las expertas consiguiesen cumplir sus objetivos. Con más de 400 vías explicadas en la Guía de escalada deportiva de Calcena que se ofertaba al comienzo del fin de semana, los grados de dificultad varían desde IV hasta 8b+. También es posible hacer varios largos en diferentes secciones del barranco de la Ojosa.

El ciclo de conferencias programadas enseñaron a las escaladoras a seguir sus entrenamientos teniendo en cuenta su ciclo menstrual y sus semanas de mayor rendimiento físico. Ainhoa Velasco impartía la charla acerca del “Entrenamiento y ciclo menstrual”, de la mano de Geno Seydoux revivimos su proyecto “22 días en la pared” y todo ello sumado a una sesión de «Yoga aplicado a la escalada» traída por Sonia Gracia. Las participantes se han beneficiado del conocimiento de expertas para mejorar sus habilidades en la escalada.

El sábado por la tarde, Geno Seydoux presentó un vídeo documental de 22 días en la montaña. En él, explicaba la técnica de escalada artificial y los materiales necesarios para pasar tanto tiempo en una pared inexplorada. Seydoux grababa sus diferentes métodos para dormir, hacer travesías a lo largo de la pared y aguantar duros temporales, así como el proceso previo al desafío. Además, muestra ocasiones en las que tuvo imprevistos, como caerse desde grandes alturas o que los petates que porteaba se enredasen los unos con los otros haciendo imposible su manejo.

Esa misma noche las escaladoras disfrutaron de una cena a base de paella y vino, junto con un sorteo de algunas marcas de montaña (como Barrabés o Decathlon) y una sesión de las Dj «Mujeres bellas y fuertes» que duró toda la noche.

Por la mañana dio lugar la clase de yoga aplicado a la escalada por Sonia Gracia, dando comienzo de una forma relajante al último día de escalada. Tras esta sesión, en la que se leyó el libro de Gracia acerca de la aproximación del yoga a la escalada con los pájaros y el río de fondo, comenzó el mercadillo. Magnesio ecológico, gatos de escalada, compresas de tela y libros espirituales estuvieron presentes en los tenderetes.

A lo largo de la jornada, las deportistas se dirigieron a las paredes accesibles del barranco de la Ojosa o comenzaron el inevitable regreso a sus casas. La poca cobertura disponible fue una manera de desconectar de los problemas cotidianos y centrarse en esta oportunidad única.