El aumento del número de accidentes que se producen durante la práctica de los deportes de montaña, y el importante papel que juegan en ellos los servicios de rescate, fueron los principales puntos de debate generados en las I Jornadas sobre Seguridad en los Deportes de Montaña en Castilla y León celebradas en septiembre de 2019 en Posada de Valdeón (León). Estas jornadas de trabajo se desarrollaron en el marco del programa ‘Castilla y León Siente’, desarrollado por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León en colaboración con la Junta de Castilla y León, bajo el título “Coordinados somos más”.

En ellas hubo una amplia representación de miembros del Comité de Seguridad de la FEDME, así como las federaciones autonómicas de Asturias, Cantabria y Castilla y León, además de especialistas de los grupos de rescate de diferentes comunidades, expertos en seguridad y grandes conocedores del mundo del montañismo, quienes expusieron su punto de vista sobre los problemas generados en torno a la seguridad en la montaña.

Los asistentes concretaron una serie de recomendaciones a implementar que consideran de gran importancia para disminuir los niveles de siniestralidad y mejorar la asistencia de los servicios de montaña, que se basan en establecer una normativa que paute medidas encaminadas a la prevención de accidentes, el rescate en el medio natural y la recogida homogénea de datos que desemboquen en la creación de un Observatorio Nacional de Accidentes en Montaña.

Uno de los puntos en los que más se incidió en estas jornadas fue la revisión de los protocolos de rescate, concretamente en el Parque Nacional de Picos de Europa. Los montañeros consideran fundamental el establecimiento de protocolos de actuación conjunta entre las diferentes comunidades y el GREIM de la Guardia Civil en los Picos de Europa. El objetivo de esta medida es priorizar la atención a la persona frente a criterios de territorialidad y administrativos, tomando como referencia los proyectos internacionales de colaboración en Pirineos entre Francia y España.

Otro de los aspectos a mejorar, especialmente en Castilla y León, es la tipología de los helicópteros que realizan estas intervenciones. Los expertos estiman necesario que estos pudiesen llegar directamente a los centros de salud, mejorando de este modo el traslado de las víctimas. En relación al equipamiento de estos grupos de rescate entienden como algo imprescindible su medicalización, una mejora que disminuiría la morbimortalidad de los accidentes en montaña y su coste a la administración.

Para mejorar la asistencia y estandarizar estas actuaciones se propuso la creación de una guía de buenas prácticas que incluya una serie de recomendaciones para los servicios de rescate. Además, se solicita la incorporación de los refugios de montaña al desarrollo de programas de prevención y a los planes de actuación de los propios rescates y se buscaba fomentar el análisis de las rutas más frecuentadas por los montañeros para proponer actuaciones específicas que mejoren su seguridad.

Fruto del trabajo en red realizado tras estas Jornadas, y tras ser aprobado por nueva Junta Directiva de la FEDME, realizada el pasado 15 de abril son estas “Recomendaciones para las administraciones gestoras de los servicios de rescate, destinadas a la mejora de la eficacia en las intervenciones en accidentes de montaña”.

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