A punto de entrar de lleno en las celebraciones del Centenario de la FEDME y los calendarios de competición de todas nuestras especialidades, llega la hora de hacer balance de las primeras semanas de la temporada en cuanto a número de licencias se refiere. Y el balance tiene luces y sombras. Luces, porque en prácticamente todas las Comunidades Autónomas crece el número de licencias FEDME. Sombras porque en algunas regiones no sólo no se potencian, sino que se ponen trabas para su tramitación. Por este motivo, desde la FEDME queremos hacer público el primer balance del año.

La FEDME cerró el año 2021 con un récord histórico de personas federadas, más de 273.000, lo que nos sitúa como la cuarta federación nacional con más personas asociadas. Y seguimos creciendo. En 2011, hace diez años, apenas llegábamos a las 150.000, lo que supone que hemos crecido más del 80% en una década. Destacar que un tercio de estas 273.000 personas, cerca de 90.000, son mujeres, lo que nos coloca en la segunda posición de entre las federaciones nacionales con más mujeres asociadas. Son cifras muy buenas, pero queremos seguir creciendo.

El gran problema desde el punto de visto económico es que nuestro grueso de personas afiliadas lo son solamente de federaciones autonómicas, con lo que no aportan la cuota de 11,95€ de la licencia nacional FEDME. En 2010 las cifras reflejaban que un 60% tenían licencia nacional, y un 40% licencia autonómica. Y desde entonces cada año han ido aumentando paulatinamente el porcentaje de personas federadas solo en una federación autonómica en perjuicio de las personas federadas FEDME. En el año 2021 la situación se agravó con la apertura de Aragón de la licencia autonómica.

En el año 2022 estamos en un momento crítico, ya que según las primeras estimaciones, solo un 30% de las personas federadas en deportes de montaña lo son con licencia nacional, mientras que el otro 70% tendrían solamente la autonómica. Si todas las licencias autonómicas pasaran a ser nacionales, esta federación aumentaría su presupuesto sólo por este concepto, en casi dos millones de euros más, pudiendo desarrollar su ambicioso proyecto sin problemas.

Y esa dicotomía es probablemente la pregunta que más se hacen los montañeros y montañeras en España ¿Me tengo que federar? ¿Dónde puedo federarme? ¿Tengo que pertenecer a un club? ¿Pero si yo llevo federado un montón de años y ahora me dices que no soy federado FEDME y solo soy autonómico? ¿Y si yo tengo seguro para todo el mundo quiere decir que soy federada FEDME? Preguntas eternas que resuenan en senderos, rocódromos y refugios.

Hoy en día, de las 19 federaciones autonómicas existentes hay ocho que ofrecen de manera conjunta e inseparable la licencia autonómica junto con la habilitación FEDME, y son 11 las que ofrecen esto como una opción voluntaria.

No es el objeto de estas líneas referir las prestaciones de la licencia FEDME, pero hay que recordar que ésta es la que nos permitirá participar en competiciones estatales, acceder a la formación de la EEAM o tener descuentos en refugios de los países miembros del Convenio de Reciprocidad (Alemania, Austria, Francia, Italia y Suiza). Sin embargo, lo más importante probablemente es que siendo FEDME, somos más. Es esa licencia FEDME la que nos permite ayudar a nuestros y nuestras deportistas en su carrera deportiva nacional e internacional. Y esto supone mayor capacidad de representación y presión frente a administraciones e instituciones.

Veamos pues la situación a finales de enero de 2022. A 31 de enero del año 2021, la FEDME contaba con 84.864 personas federadas. Un año después, a 31 de enero de 2022, esa cifra ha bajado a 78.546. Pero pese a esa reducción general de un 8%, las cifras son muy positivas… exceptuando a la Comunidad de Madrid. 

Lideran el ranking de Comunidades Autónomas con mayor crecimiento de licencias FEDME Canarias, que crece un 500%, Baleares un 84% y Extremadura un 45%. Prácticamente todas las regiones han experimentado un significativo crecimiento en número de licencias FEDME en lo que llevamos de año con respecto al año anterior, exceptuando el caso de Asturias (que a finales de enero tenía un 2% menos de licencias FEDME que el ejercicio anterior), Cantabria (que está a la espera de proporcionar los últimos datos) y Madrid, que frente a 16.651 licencias FEDME tramitadas en 2021, este año sólo ha tramitado 3.371, un 81% menos. Esto implica que la pérdida de ingresos ronda los 159.000 € menos que el año pasado.

Si Madrid hubiera vendido las mismas licencias que el año pasado, estaríamos hablando de un crecimiento global de un 10% de las licencias FEDME, por lo que se hubieran llegado a los objetivos previstos en el presupuesto sin problemas y hubiéramos cambiado la tendencia histórica de decrecimiento de licencias FEDME.

En este caso, se da la circunstancia de que varios deportistas madrileños de diferentes especialidades deportivas han denunciado que sus licencias han sido renovadas automáticamente por su Federación Autonómica sin incluir la extensión FEDME, como sí se hacía hasta este ejercicio, y sin darles aviso de ello, lo que ha supuesto para muchos de ellos problemas a la hora de inscribirse en competiciones deportivas. Este hecho, de suma gravedad y constatado por los árbitros y hace que desde la FEDME nos veamos obligados a efectuar un llamamiento para que los federados y federadas en la Federación Madrileña de Montañismo (FMM) comprueben sus licencias y si, efectivamente y como ha venido sucediendo otros años su licencia tiene la extensión FEDME o, como se ha detectado en muchos casos en este ejercicio, no.

Desde la FEDME aprovechamos este primer balance del año para agradecer y felicitar a todas las Federaciones Autonómicas y clubes que trabajan día a día para explicar a sus federados y federadas las ventajas que supone la licencia FEDME y que nos ayudan a que nuestra Federación, y todos los deportistas que la componen, siga creciendo. Y esperamos de corazón que las Federaciones y clubes que están poniendo trabas a esta Licencia, recapaciten. Sin la colaboración de todos y todas, los más perjudicados no serán los políticos ni las instituciones, sino los deportistas, clubes y federados que forman nuestra gran familia.