Mi nombre es Marc Ràdua Ivern, tengo 17 años y este curso he acabado segundo de bachillerato para, este mismo año, empezar la carrera universitaria de STAPS, en Font-Romeu. También, a nivel de aprendizaje, he cursado y completado el primer grado de Técnico Deportivo de esquí alpino (hecho que me ha dado un soporte más a mi progresión, en este caso, de las bajadas en esquí de montaña).

Me inicié en el Club de Esquí de la Pobla de Segur (CEPS) con el esquí alpino cuando tenia 4 años y en el de montaña con 13. Todo empezó como un deporte de ocio, me gustaba. A medida que avanzó el tiempo vi que me cautivaba cada vez más hasta que, en vista de mi pasión por el esquí y la montaña (ya de antes me gustaba correr por el monte), me dieron la oportunidad de practicar una actividad como el esquí de montaña: un deporte que comparte el esfuerzo de la subida con el disfrute de la bajada.

 

¿Qué es lo que más te ha enganchado del esquí de montaña para seguir compitiendo? 

Una de las cosas que me gusta destacar sobre el deporte que practicamos es la oficina en la que trabajamos: los paisajes. Es magnífico poder combinar el deporte que más te gusta con los lugares que descubrimos y con la compañía en que lo hacemos. Sin los compañeros que compartimos entrenamientos y nos enfrentamos, de forma sana, en competición ¡tampoco sería lo mismo! Y no me olvido de ellos, ¡nuestros entrenadores! La motivación y soporte que nos ofrecen son inmejorables.

Me gustaría añadir también que nuestro afán de sufrir en las subidas y el arriesgo y velocidad que nos proporcionan las bajadas hace que el deporte sea aún más completo y único.

¿Cuál es tu patio de juegos habitual? ¿Dónde acostumbras a entrenar o hacer más actividad? 

Mi patio de juegos habitual de esquí de montaña está relacionado con el lugar donde vivo y es la zona de del Pallars Sobirà, con sus diferentes pistas de esquí y sus cimas que te dan un amplio abanico para entrenar y practicar este deporte.

Uno de los lugares que más me gusta destacar para practicar SKIMO es Vall Fosca (valle situado al norte del Pallars Jussà). Es una magnífica zona para salir a disfrutar de infinitos lugares, bien sea con esquís en invierno o andando en verano.

 Un espacio que también recorro normalmente con el Centro de Tecnificación de Cataluña (CTEMC) es la zona del Pirineo de la Cerdanya: un punto perfecto de encuentro y entrenamiento.

¡Y cómo olvidar las semanas con el PNTD y la Selección en el CAR de Sierra Nevada! La ayuda y las prestaciones que nos ofrecen allí son insuperables.

¿Cuál ha sido la competición de la que estés más orgulloso o más te haya marcado de las que has hecho con el equipo y porque? 

Es difícil escoger una única competición con el equipo en la que estar más orgulloso ya que, en muy poco tiempo se han conseguido gestas que nunca antes podría haber llegado a imaginarme; el conjunto de todas ellas hace que cada una sea especial. Sin embargo, a nivel individual, el Sprint de los JJOO de la Juventud de Lausanne 2020 ha sido una de las carreras que más me ha marcado. Conseguir un top 5 y darse cuenta que es posible estar dentro de “los mejores”, es una enorme motivación y satisfacción a nivel personal. 

Sin duda, a nivel colectivo, los Relevos de Lausanne 2020 fue una de las carreras más emocionantes en la que he participado y que he visto. Conseguir esa medalla con el esfuerzo de los 4 integrantes y compañeros del equipo fue de lo mejor. 

¿Cuál es el mejor, más emocionante o inolvidable recuerdo que tienes de esa o cualquier experiencia con la Selección? 

Para mí, cuando finalizan las carreras justo después, cuando te encuentras con los familiares, amigos y entrenadores es uno de los momentos más emocionantes que he vivido. En Mundiales del año pasado, por ejemplo, en Villars, al terminar los Sprints y reencontrarme con toda la gente que estaba visualizando el espectáculo fue una de las situaciones más emotivas que me ha aportado este deporte. Nuevamente, este año en Lausanne, al terminar, sobretodo, el Sprint y Relevos y ver toda la gente: familia, amigos y, de verdad, muy importante, los entrenadores que te están viendo y esperando en la llegada hace que el hecho de reencontrase con todos ellos sea uno de los instantes que recuerdo con más carisma.

¿Por qué el esquí de montaña debería ser olímpico? ¿Te gustaría estar en unos JJOO Olímpicos Absolutos? 

En mi opinión, el esquí de montaña es un deporte que da mucho espectáculo. Hay modalidades que más y otras que menos pero, por lo general, da mucho juego. Por esta misma razón pienso que es un deporte muy compatible con unos Juegos Olímpicos. Y no solo eso, si el esquí de montaña pudiera estar dentro de un programa olímpico se podría dar más a conocer y, en consecuencia, el deporte tendría una importante evolución.  

En referencia a la segunda pregunta, la respuesta es un claro sí. Participar en unos Juegos Olímpicos de la Juventud ha sido una de las mejores (por no decir la mejor) experiencias a las que haya podido asistir y formar parte; donde a nivel deportivo ha estado genial y a nivel de aprendizaje aún más. Por tanto, estar en unos JJOO Absolutos sería aún más gratificante. Claro está que participar en ellos es muy difícil y requiere de un buen trabajo a largo plazo y constante, ¡pero por eso nos gusta la competición!

¿Qué te ha aportado formar parte del Programa Nacional de Tecnificación Deportiva? 

Formar parte del PNTD me ha aportado cantidad de cosas. Nombrarlas una a una haría que saliera una lista demasiado larga y, por esa misma razón, voy a generalizar un poco más. Entre ellas se encuentra la cantidad de aprendizaje que te aporta el formar parte del mismo; igual que la experiencia que te proporciona no solo a nivel deportivo sino también a nivel personal. Naturalmente, y de igual importancia, el hecho de conocer a gente de una edad igual o similar a la tuya que comparte muchas pasiones contigo. Y por supuesto, no me olvido, ¡las horas y horas de entreno que se han compartido para mejorar y progresar! 

¿Qué pieza de la equipación de la FEDME destacarías?  

La pieza de la equipación FEDME que personalmente más me gusta es la ropa que se nos proporciona de Millet. Ideal para los días de buen tiempo y calor y para los peores de mal tiempo y frío. Es útil y estéticamente es bonita, ¿qué más se puede pedir?