Pie de foto: Montaje con dos fotos. A la derecha Piluca, la monitora de escalada está colgada de una pared en un rocódromo mientras asiste a Arancha, una niña del programa «En la misma cuerda» está también colgada de una cuerda. En la foto de la izquierda, Víctor, un de los adultos del programa posa sonriente en una foto tomada desde arriba mientras está colgado en el rocódromo.

“Todos tenemos en nuestra mano el poder de cambiar nuestra realidad o adaptarnos a ella para llegar a ser feliz con nuestras circunstancias”.

A veces la ruleta de la vida te puede regalar la mejor de las existencias que pudieras desear o lanzarte al lado oscuro donde a nadie le gustaría estar. El azar juega con las personas al destinarnos a una familia en un país del mundo cualquiera con la mejor salud o con la peor. Pero todos tenemos en nuestra mano el poder de cambiar nuestra realidad o adaptarnos a ella para llegar a ser feliz con nuestras circunstancias y si alguien no puede llevarlo a cabo seguro que alguna persona cercana tiene a bien ayudar a aquellos que han tenido mala fortuna en el reparto y de aquí partimos nosotros.

Asesou (Asociación de Escaladores Ourensáns) es una asociación que comenzó su andadura como un local de escalada para entrenar sus socios y socias allá por el año 2005, nunca se pensarían que pudiésemos estar donde hoy estamos, con una escuela de escalada con más de doscientos cincuenta niños y niñas, cientos de adultos pasando por nuestros cursos y más de 600 socios y socias utilizando nuestras instalaciones en la ciudad de Ourense.

Nunca se nos había pasado por la cabeza que por nuestra escuela pudiesen pasar tantas personas diferentes cada cual con sus circunstancias. Un día en el 2019 la Doctora Laguna del servicio de pediatría del SERGAS (Servicio Galego de  Saúde)  se interesó por lo que el club estaba haciendo con la escalada y con marcha nórdica para intentar derivar a ciertos niños y niñas a probar a escalar o a marchar con bastones y obtener de alguna manera beneficios para la patología que cada uno sufriera. La idea nos pareció fantástica y empezamos a ver cómo podríamos dar este servicio a este grupo tan especial.

Después de mucho pensar surgió el proyecto “En la misma cuerda” donde a día de hoy tenemos a niños y niñas y a adultos que debido a su discapacidad necesitan la atención individualizada de un monitor o monitora en exclusivo. Podemos enumerar un montón de diagnósticos de los niños, las niñas y adultos que pasan y pasaron por nuestra escuela: autismo, parálisis cerebral, paraplejia, TEL TDAH, retraso madurativo, nistagmo horizontal, portador de implantes cocleares, dificultad en el aprendizaje, lesión medular a nivel lumbar entre otras.

Una vez arrancado con pocos niños fuimos ya nosotros los que nos pusimos en contacto con distintos tipos de asociaciones y clínicas que trabajan con este grupo de población para ver si podíamos aportar algo a sus asociados y asociadas o pacientes. Dicho y hecho, hablamos con Axón, con la Unión, con Down Ourense, MARLAO… y así incrementamos el número de niños  y niñas y empezaron a venir adultos con distintos diagnósticos que pasamos a integrar en nuestros grupos con un monitor o monitora de escalada individualizada.

Pero dando una vuelta de tuerca más nos dimos cuenta que había una serie de niños y niñas o adultos con algunos tipos de discapacidad no tan severa que se podían incorporar a nuestros grupos de manera normalizada sin ningún monitor o monitora adicional y obtener los beneficios que aporta la escalada gracias a la especificidad de los movimientos y gestos que se llevan a cabo durante la práctica de la actividad.

Al mirar alrededor nos damos cuenta de que hay muchas personas diferentes, algunas de ellas con discapacidades, que nunca pensamos que se pudieran acercar a conocer el mundo de la escalada. A veces, no se sabe bien porqué, los astros se alinean y las cosas surgen de gente con buenas ideas y ganas de ayudar. A día de hoy hay un buen grupo de personas con diferentes tipos de discapacidad en nuestros grupos y además de resultar muy beneficioso para estas personas, representan un ejemplo para nuestros niños y niñas y para monitores y monitoras. Les enseña a darse cuenta que hay personas que con muchas dificultades hacen cosas y además les enseña a comprenderlas y conseguir que conozcan la individualidad de los que tenemos enfrente y a ponernos en su lugar (empatía). También a ayudar de la manera en que podamos porque además nunca se sabe si en algún momento no nos tocará estar en ese lado y seguro agradeceríamos esa ayuda.

Piluca Vázquez Fariña

Lic. en Psicología, monitora de rocódromo y TD2 en Media Montaña

www.asesou.com