“Lo que más me cautiva de la nivología, y en concreto del trabajo de predicción de aludes, es que tiene una aplicación práctica y directa para las personas”.
¿Quién es Montse Bacardit?
Doctora en biología, nivóloga-profesional de las avalanchas y guía de montaña UIMLA.
Más allá de mi perfil académico y profesional, soy amante de la naturaleza y la montaña. Me apasiona observar, experimentar y aprender haciendo actividades múltiples en la montaña.
¿Cuál es tu área de investigación?
En mi doctorado estudié los lagos de montaña como ecosistemas sensibles a los cambios ambientales. En concreto me focalicé en elementos traza y otros metales pesados como contaminantes antrópicos de largo abasto en el agua, los sedimentos, la lluvia, la nieve, el suelo y la biota de las cuencas lacustres de alta montaña del Pirineo y otras regiones de montaña de Europa.
Y como nivóloga, además del trabajo operativo en predicción de aludes de nieve, también intento sacar jugo de los datos para conocer más sobre los aludes de nieve que provocan accidentes y otros proyectos de investigación aplicada.
¿Cómo surgió tu interés en esa área?
Al licenciarme en biología empecé a trabajar unos meses en el Centro Tecnológico y Forestal de Cataluña, ubicado en Solsona, en el Pre-Pirineo. Allí me surgió la oportunidad de una beca pre-doctoral para empezar la tesis doctoral en el grupo de limnología del Centro de Investigación de Alta Montaña de la Universidad de Barcelona, situado en el Valle de Arán, en el Pirineo! Este centro fue fundado por Ramón Margalef, quizás unos de los ecológos más relevantes de todos los tiempos, con el objetivo de realizar los primeros estudios sobre lagos de alta montaña del Pirineo. Ya había hecho algunos estudios limnológicos de ríos y embalses de Cataluña en el departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona. Pero ahora tenía la oportunidad de empezar una investigación en lagos de alta montaña, un ecosistema muy atractivo y bello porque lo asociamos a un ambiente prístino y natural.
Durante mi tesis doctoral en la que realicé muchas campañas de muestreo y experimentos in situ, tuve que portear mucho material de campo y litros de agua para analizar en el laboratorio. Estas jornadas de campo se sucedían tanto en verano como en invierno. Lo que me hizo aprender a esquiar y a conocer la nieve y los aludes.
Así que mientras realizaba mis estudios de limnología también empecé a interesarme por la nivología. Y justo al finalizar la tesis doctoral, apareció la propuesta de cambiar el agua líquida por nieve como objeto de estudio, y poder hacerlo además en el mismo Valle de Arán donde estaba bien establecida. Lo pensé unas cuantas semanas y al final opté por este cambio de disciplina hacia una ciencia en plena emergencia en el Pirineo respeto a otras montañas y países.
¿Qué te aporta en tu trabajo el ser deportista?
Tanto cuando estuve realizando la tesis doctoral, como el trabajo actual como nivóloga durante el invierno, además de mi faceta como guía de montaña en verano, la condición física es fundamental. Pero no únicamente es importante mantenerme fuerte, también lo es las habilidades técnicas de progresión por montaña en las condiciones que se encuentre y poder llevar a cabo los objetivos del trabajo. Así que el hecho que eventualmente haya entrenado para participar en carreras por montaña y de esquí-alpinismo o me haya interesado por la escalada o el alpinismo, el conjunto de actividades suma para hacerme más preparada para mis trabajos.
También es importante el factor mental y psicológico, ya que cuando se realiza trabajo de campo, no todos los días son maravillosos, perfectos e ideales. Hay días que toca aguantar condiciones menos amables y agradables y realizar el mismo trabajo. La exigencia de los deportes de montaña me ayuda sin duda a realizar el trabajo que hago de manera más firme.
Cuéntanos algo interesante de tus investigaciones.
En mi tesis doctoral me di cuenta de lo sensibles y frágiles que son los ecosistemas de alta montaña, aparentemente tan naturales y prístinos ya que se encuentran alejados de las actividades humanas y fuentes de contaminación directas. Pero debido al transporte atmosférico, están sujetos a influencias humanas regionales y globales. Y esta contaminación aunque sea en dosis traza explica los cambios regionales y globales que en conjunto constituyen el actual panorama emergencia climática.
Lo que más me cautiva de la nivología, y en concreto del trabajo de predicción de aludes, es que tiene una aplicación práctica y directa para las personas. Cada día es como realizar una pequeña investigación que permite conocer las condiciones de la nieve, analizar la evolución y sacar un pronóstico del peligro de aludes para el día siguiente. Además, que no hay ninguna situación o episodio que sea calcado a otro, porque las variables en juego son múltiples y el manto de nieve siempre está en constante cambio y es variable espacialmente.
¿Un lema o frase que te mueva en la vida?
Un lema muy clásico pero para mi fundamental ya que hoy es hoy, y mañana no sabemos… Carpe diem!
Montse Bacardit
Doctora en biología, nivóloga y guía de montaña UIMLA Psicóloga deportiva y escaladora
@montse_bacardit
Webs: lauegi.report y acna.cat