Desde el área de Mujer y Montaña de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) iniciamos una serie de campañas que se denominan mujer, montaña y algo. Algunas veces es discapacidad, cáncer, salud…

Erika colaboró ya con el proyecto y hoy os acercamos a ella a través de esta entrevista.

El montañismo es la actividad que Erika ha practicado desde siempre. Los paisajes, el medio natural, le ha transmitido esas sensaciones que se tienen en las diferentes zonas por las que va pasada. Algo muy grande y muy bonito.

Erika es ciega de nacimiento. Ha convivido con esta discapacidad visual, sin que le haya impedido hacer su vida y lo que le gusta hacer con la ayuda de otras personas que le permiten hacer las cosas más fáciles.

El primer contacto con la montaña fue gracias al Camino de Santiago. Allí conoció a gente que formaba parte del grupo de montaña de la ONCE en Madrid. La confianza y seguridad que adquirió terminó de engancharle al montañismo, primero en Madrid y cada vez ha ido haciendo cosas más grandes.

Su primera salida en Alpes franceses le llevó a su primera cima de 3.751 metros. Una experiencia inolvidable. Un primer paso para llegar a nuevas oportunidades.

«Tanto en la vida como en la montaña, el esfuerzo, la tenacidad, la perseverancia, es lo que nos va a conducir al éxito. Cuando conseguimos el éxito, nos vamos a sentir muy bien«.