“El pasado murió, el futuro es una ilusión, lo único que tienes es el aquí y el ahora”.
¿Quién es Yolanda Álvarez Gómez?
Yolanda Álvarez es una mujer de 49 años, muy comprometida con todas las causas sociales (tanto temas de discapacidad, como lucha contra el cáncer, como practicar el voluntariado). Me gusta probarme a mí misma y proponerme retos difíciles para una persona con un 77 % de minusvalía. Un ejemplo de ello, es cuando aprendí a nadar con 22 años y con mucho miedo al agua. Me costó mucho esfuerzo personal, gracias que conté con el apoyo de mi familia y del profesor de natación (Luis Cubo) que no dudaban que lo conseguiría, aunque yo no lo tenía muy claro. Siempre he querido saber más para poder ayudar a los demás. Opté por la carrera de psicología cursada por la UNED y en el 2010 terminé la carrera, aunque en la orla deberían haber estado también mis padres por el apoyo que me prestaron.
Tengo muchas aficiones como leer (libros de psicología o novelas), escuchar música (le pido a Alexa lo que deseo escuchar en cada momento), viajar y salir con mis amistades (paso más tiempo fuera que en casa). Amo la naturaleza y el senderismo en Joëlette se cruzó en mi camino vital. Ahora este tipo de senderismo es una afición más.
Soy una persona muy sociable y bastante alegre, disfruto mucho estando con la gente. Otras de mis pasiones es hacer puzles “cuanto más grandes mejor” (más piezas).
¿Qué tipo de discapacidad tienes y desde cuándo?
Padezco parálisis cerebral (falta de oxígeno al nacer por no hacer una cesárea a tiempo). Mi familia y yo somos grandes luchadores contra la adversidad. Dicha parálisis ha condicionado mucho mi vida y la de mi familia porque me ha afectado a un 77% de mi cuerpo. He pasado por operaciones y rehabilitación.
¿Qué disciplina de montaña practicas y desde cuándo?
Practico senderismo inclusivo desde el 2016 utilizando la silla Joëlette con el “Grupo Senderismo La Dehesa sin barreras” de Mérida, aunque yo vivo en Montijo (una localidad cercana). Una compañera mía de carrera se acordó de mí y le estaré eternamente agradecida.
Gracias a esta silla he podido visitar lugares a los que de otra manera no hubiera podido ir (Monfragüe, Cornalvo, Los Pilones, Los Barruecos, Arroyo de la Luz, Camino de Santiago Portugués, etc.). Cuando yo era pequeña y mis compañeros iban de excursión, yo me tenía que quedar en casa. Todas las experiencias de mi vida han conformado la personalidad que tengo hoy en día.
¿Un momento o anécdota especial en la montaña?
La verdad es que he vivido muchos momentos practicando senderismo, cuando se pone la ruta complicada y se acaba de manera satisfactoria, esos son pequeños subidones. Es muy difícil elegir uno, pero si tuviera que relatar una gesta de mis superhéroes (los pilotos) sería el año pasado la llegada a Santiago de Compostela el 7 de agosto de 2022. Más que nada porque se necesita un buen equipo de personas para poder realizar esta gesta.
El camino de Santiago son varias etapas complicadas, nosotros hicimos siete etapas. Si además le añadimos la silla Joëlette, la complicación aumenta considerablemente. Éramos un grupo muy heterogéneo, pero que estaba muy unido. Cuando llegamos a la plaza fue una inmensa alegría con una buena dosis de cansancio y pena porque se deshacía el grupo. Fue una mezcla de sentimientos que no se puede explicar con exactitud.
¿Qué le dirías a otras niñas, jóvenes o mujeres en situación similar a la tuya con relación a los deportes de montaña?
Tener una discapacidad es una situación complicada para cualquier persona, pero quedándote en casa no solucionas nada. Si ellos tienen suerte como yo he tenido y poseen la oportunidad de practicar senderismo inclusivo, les diría que no se lo piensen y que lo practiquen, aparte de conocer otros lugares, podrán conocer a personas buenas que con el tiempo serán nuevas amistades. Además, es tener otra ilusión en la vida teniendo otra actividad más. A mí me ha cambiado la vida, estar en contacto con la naturaleza te da vida aunque no puedas caminar. Aunque tengamos dificultades eso no es impedimento para ser feliz. Puede que la vida no te haya dado todas las piezas del puzle, pero tienes las suficientes para ser feliz agradeciendo los pequeños detalles.
¿Un sueño o deseo que quieras cumplir en el futuro?
Me encantaría subir al Teide, aunque lo veo algo realmente complicado, no lo descarto del todo. Lo mismo me ocurrió con el camino de Santiago y al final lo hicimos. Ya no diré que es algo imposible. La vida te puede sorprender para bien o para mal.
Últimamente me estoy llevando gratas sorpresas. Si se cumple estaré preparada para afrontar una nueva aventura con la mejor de las sonrisas. Pero si no fuese posible, sería que el destino no quiere que vaya a ese lugar. Tal vez me ofrezca otro objetivo que no esté planeado y me vuelva a sorprender de nuevo. Mejor será que deje a la vida que me muestre el camino.
¿Un lema o frase que te mueva en la vida?
Quizá varias: “Si se quiere se puede”, “Intenta disfrutar el momento sin hacer daño a nadie”. “El pasado murió, el futuro es una ilusión, lo único que tienes es el aquí y el ahora”, “Los límites te los pones tú”.
Yolanda Álvarez Gómez.
Montañera y “Deportista contra viento y marea”