Los rayos matan a unas mil personas cada año en el mundo. Las zonas y entornos abiertos son las más expuestas a este tipo de fenómenos y por supuesto la montaña es un lugar de alta exposición a su desencadenamiento. Aunque no hay ningún lugar completamente seguro, podemos desarrollar estrategias que minimicen sus riesgos, así como aprender a atender las lesiones derivadas de su acción sobre las personas.

Prevención.

En el momento que planificamos la actividad o durante esta para conocer la cercanía de una tormenta con aparato eléctrico.

Consultar la predicción meteorológica.

Revisar la probabilidad de riesgo de tormenta y en que franja horaria se producirán para evitar cualquier actividad de montaña en zonas expuestas a posibles caídas de rayos.

Calcular la distancia entre nosotros y la tormenta.

La descarga eléctrica produce a la vez, un fuerte sonido (trueno), y una gran luz o destello (rayo). Desde nuestra posición, sentimos ambos fenómenos en diferente momento temporal. Esto es debido a la diferencia del desplazamiento del sonido y la luz en la atmósfera.

Primero llega la luz del rayo y el sonido llega más tarde y de forma duradera. Hay que tener en cuenta que la velocidad del sonido es menor (332 m/s) comparada con la de la luz (300.000 km/s). Por lo qué cuanto menor sea el tiempo transcurrido entre ambos, más cerca se encontrará la tormenta del lugar donde nos encontremos. 

Si dividimos el tiempo transcurrido en segundos entre tres, calcularemos cuántos kilómetros se encuentra la tormenta. El riesgo se considera alto cuando el intervalo entre el relámpago y el trueno es inferior a 30 segundos, es decir, la tormenta se encuentra a 10 kilómetros de distancia.

Por otro lado, debemos contar los segundos entre relámpago y trueno de las sucesivas descargas para saber si una tormenta con rayos se acerca o se aleja.

Zonas expuestas a caída de rayos en la montaña.

• Huiremos de zonas altas que destaquen sobre las cotas del entorno.

• Bajarnos, y evitar en su caso, las divisorias, crestas y cumbres.

• Debemos alejarnos de árboles aislados, rocas grandes aisladas, paredes rocosas, animales grandes, líneas eléctricas y telesillas.

• Alejarse de zonas húmedas (cauces de río, charcos, lagos y otras masas de agua) y/o de inundación rápida.

• En los refugios de montaña, cerrar ventanas y puertas, así como separarse de los hogares de las chimeneas. Así como alejarse de puertas o ventanas.

• Las tiendas de campaña no protegen de los rayos, pues los palos metálicos pueden actuar como pararrayos. 

Minimizar riesgos y sus consecuencias.

Durante la práctica del Barranquismo.

Las grandes cavidades y gargantas pueden proteger, pero si son pequeñas con arroyos estrechos en su fondo pueden ser más peligrosas que las áreas abiertas. Por lo tanto, evitar las zonas acuáticas, separarnos de las paredes laterales y esperar en posición de seguridad ante fulguraciones hasta que se aleje la tormenta.

Durante la práctica de Escalada.

Las descargas eléctricas siguen las líneas superficiales de las paredes rocosas, sobre todo si están mojadas por la lluvia. Por lo tanto, si estamos cerca de una pared se forma un triángulo relativamente seguro, donde la distancia segura horizontal iguala la altura de la pared.

Pero aun así hay que alejarse más de un metro de la pared para evitar ser alcanzado por las corrientes de tierra. Durante una tormenta, no debemos iniciar rapeles, es necesario mantenerse estático. Todo escalador con riesgo de caída debe permanecer asegurado y con el casco puesto.

En el aseguramiento es importante evitar elementos metálicos como mosquetones. Es más adecuado anclarse directamente con nudos a puntas o bloques de roca. La corriente de un rayo podría seguir el camino de una cuerda, sobre todo si está mojada. Ante la inminencia de una tormenta, los escaladores evitarán el rápel y no descenderán por cuerdas. 

Durante la practica de senderismo en zonas abiertas

Un bosque es más seguro que un claro, pero para ganar en seguridad buscaremos bosques muy tupidos. Nos refugiaremos en un lugar apartado de árboles que destaquen en su conjunto, zonas tupidas con continuidad y uniformidad en la altura de las copas.

Si un grupo de personas es sorprendido por una tormenta, deberían separarse más de seis metros entre ellos para reducir el número de heridos en caso de corriente de tierra o transmisión colateral entre personas.

Durante la practica de escalada en vías ferratas.

Ante la cercanía de una tormenta hay que moverse tan rápido como sea posible. Si se puede avanzar sin conectarse a la estructura metálica hacerlo si no existe un alto riesgo de caída.

Si no fuese posible y hay que permanecer anclado, buscar una zona donde poder permanecer alejado de cadenas, cables y escaleras metálicas. En el aseguramiento será mejor evitar elementos metálicos de conexión.

Qué hacer si el impacto es inminente. Cómo saber cuándo se va a producir y cómo reducir el riesgo de este sobre nuestro cuerpo.

La inminencia del rayo o descarga eléctrica viene determinada por signos como un zumbido, una crepitación o un siseo en el aire. El camino de descarga del rayo se está creando cuando se eriza el cabello o se siente un hormigueo en la piel.

“El Fuego de San Telmo” es también otro indicio de una alta probabilidad de un rayo próximo. Este fenómeno es un resplandor brillante blanco-azulado, que en algunas circunstancias tiene aspecto de fuego que surge de estructuras altas y puntiagudas en forma de dobles o triples chorros.

Si las descargas ya están muy cerca, la colocación en posición de seguridad ante la caída de un rayo o “posición de impacto” es la siguiente:

Agachados en cuclillas sobre los pies y rodillas juntas, con las manos en las rodillas y la cabeza entre éstas. Mantener el contacto con la tierra sobre una superficie tan pequeña como sea posible para reducir al mínimo la corriente que venga de tierra.

Si es posible, poner entre la tierra y nosotros una mochila, esterilla o cuerda seca que también puede ayudar a evitar corrientes de tierra. No poner las manos sobre un objeto conectado a tierra. Nunca tumbarse.

Colocarse el material de montaña teniendo en cuenta que: 

Los bordes metálicos de los esquís, bastones, piolets o las antenas de radio actúan a modo de pararrayos si se llevan sobre los hombros. Todos los objetos metálicos, móviles, radios se guardarán en la mochila o, si fuera necesario, se desecharán para reducir el riesgo de quemaduras. Apagar los dispositivos electrónicos. No usar el teléfono móvil durante la tormenta.

Si existen víctimas. Primeros auxilios.

Los rayos pueden causar daños de seis modos diferentes:

• Por impacto directo. Una persona golpeada directamente por un rayo se convierte en el canal principal de descarga del rayo. Se producen en víctimas que se encuentran en zonas abiertas.

• Por Side flash. Cuando el rayo salta desde su objetivo directo y alcanza a una persona. La víctima actúa como un cortocircuito para parte de la energía que descarga el rayo. Generalmente ocurren cuando la víctima se encuentra a menos de un metro del objeto que es alcanzado. Se produce en víctimas que han buscado refugio debajo de un árbol.

• Por corriente de tierra. Cuando la carga eléctrica se irradia desde su punto de impacto a través del suelo, alcanzando a la víctima. El rayo entra en el cuerpo a través del punto de contacto más cercano al impacto del rayo. Se transmite a través del sistema cardiovascular y / o nervioso, y abandona el cuerpo por el punto de contacto más lejano al de la descarga. Cuanto mayor sea la superficie de estos dos puntos de contacto, mayor es el riesgo de morir o de sufrir heridas graves. Este mecanismo causa la mayoría de los heridos y muertes.

• Por conductores largos. Cuando la víctima esté tocando un conductor largo como un cable de vía ferrata. Los metales no atraen a los rayos, pero proveen un camino para que la corriente siga.

• Por onda expansiva. Cuando la víctima es arrojada por el aire que explota.

• Por herida penetrante. Cuando impactan fragmentos de madera de los árboles cercanos cuando son alcanzados por un rayo.

Los rayos pueden producir varios tipos de lesiones, entre ellas: 

• Paro cardíaco y/o respiratorio

• Problemas neurológicos como inconsciencia, parálisis o convulsiones.

• Ceguera, a menudo temporal

• Sordera, a menudo temporal

• Quemaduras, típicamente superficiales y con forma helecho

• Traumatismo cerrado y penetrante por la explosión de árboles o por haber sido arrojado contra objetos sólidos

Una vez que la escena del accidente es segura, recordar que los rayos pueden caer dos veces en el mismo lugar, ante una víctima fulgurada, lo primero que se debe valorar son los signos vitales e iniciar Soporte Vital Básico si fuera necesario, y avisar al 112 para disponer de un desfibrilador (DESA) lo antes posible. 

La ausencia de signos vitales en una víctima fulgurada suele ser debida a una parada respiratoria causada por la parálisis del centro respiratorio medular. En estos casos deberemos realizar ventilaciones de rescate lo antes posible para evitar la parada cardiaca secundaria hasta que la médula aturdida se recupere.

Descripción de la imagen: fotografía de la espalda de un chico con una cicatriz producida por el impacto de un rayo por toda la espalda
La espalda de un chico con una cicatriz producida por el impacto de un rayo por toda la espalda

Los rayos también pueden actuar a modo de desfibriladores, con lo que provocarían un paro cardíaco. En estos casos la descarga hace despolarizar simultáneamente las células miocárdicas en todo el corazón desencadenando una asistolia, y en ocasiones una fibrilación ventricular. 

Dado que el marcapasos cardíaco es innato y automático, la asistolia suele terminar rápidamente y hará que se inicien los latidos. Esto no ocurriría en el caso de que exista fibrilación ventricular y necesitaríamos un DEA para revertir esta arritmia.

Otras lesiones requerirán un tratamiento adecuado e inmovilización de la columna durante la evacuación. Todas las víctimas deben ser transportadas al hospital, aunque parezca que estén bien, ya que la cantidad de lesión externa no predice la severidad de las heridas internas. Pueden aparecer secuelas serias, como convulsiones, varias horas después. 

Un rayo puede caer sobre dos o más personas a la vez. Deberemos reanimar primero a las víctimas aparentemente fallecidas, que con frecuencia sólo necesitarán respiración de rescate.

Agregue Su Comentario